nuestras recomendaciones

Uno de los factores que incrementan el maltrato laboral es la falta de organismos estatales que defiendan a los empleados. Por ello, los sindicatos de trabajadoras de todos los sectores deberían de unirse y proponer al Estado la creación de una aplicación móvil que les ayude a informarse de todos sus derechos, pero sobre todo es importante que a través de estos espacios se promuevan la denuncia de estos hechos. Además, es importante asignar una línea gratuita, como la línea 100, que atiende las denuncias de abuso sexual y violencia familiar de manera rápida y eficaz, para llegar a toda la comunidad de trabajadoras que sufren de cualquier tipo de maltrato en su puesto laboral.

La falta de denuncias frente al maltrato laboral se debe, de cierto modo, a la gran cantidad de mujeres que desconocen sobre los distintos procedimientos a seguir así como los espacios a los que debemos recurrir. Por ello, recomendamos que tanto las empresas como el Estado deben asegurarse de proteger , apoyar a la víctima y buscar pruebas para denunciar al agresor, ya que es necesario que este suceso no pase desapercibido. Este debe ser castigado con todo el peso de la ley para que no se vuelva a repetir y, sobre todo, hay que ser muy cauteloso con el tema por seguridad de la víctima. Para saber acerca de este delicado procedimiento les adjuntamos el link de la Guía práctica para la sanción y prevención del hostigamiento laboral, elaborado por el Ministerio de Trabajo (http://trabajasinacoso.trabajo.gob.pe/tesths/resources/guia-laboral.pdf).

Las consecuencias que tienen las víctimas luego de ser maltratadas pueden generar secuelas o problemas en su vida diaria. En caso de que el maltrato ya haya sido efectuado, se recomienda que, una vez denunciado el hecho, las mujeres víctimas asistan a un centro psicológico para ayudarles a superar lo que les ha sucedido. Esto mejorará su rendimiento en el trabajo o en sus actividades diarias, además de preservar su salud mental.

La indiferencia de la gente y las autoridades los convierte en cómplices de eta problemática. Por ello, una de las recomendaciones sería establecer, ejecutar y supervisar planes de acción multisectoriales para abordar la violencia contra la mujer. Además, es necesario conseguir el apoyo de los dirigentes sociales, políticos, religiosos y de otros líderes para que se opongan a la violencia contra la mujer.